Todos los años, en la misma hora, Con los mismos amigos y siguiendo Un mismo ritual, sale al campo. Es el “Huaquero de Semana Santa”…
La Semana Santa invita al retiro y la meditación. Es una etapa del año dedicada a la oración, ayuno, abstinencia; cuando algunos se recluyen en un convento, otros viajan a Ayacucho. Las salas de cine presentan viejas películas y la Radio y T.V. transmiten el clásico sermón. En estos días cuando en la ciudad se respira aires de misticismo, en el campo la gente realiza una actividad poco conocida.
LOS HUAQUEROS EN EL PERU
Sería muy largo enumerar todos los tipos de “huaqueros” que en la actualidad operan principalmente en los valles costeños de los departamentos de Piura, Lambayeque, La Libertad, Lima e Ica. Los hay desde el campesino modesto que deviene en huaquero por necesidad hasta el asalariado que forma parte de una cuadrilla permanente al mando de un anticuario, hacendado, coleccionista o ambas cosas a la vez; desde el allegado a la hacienda que es invitado a pasar un fin de semana en el campo “y de paso huaquear”; hasta el mediano coleccionista o el turista que decide escavar alguna una vez para incrementar su colección. Y así podemos llegar hasta un personaje de todos los años, en la misma fecha a la misma hora con los mismos amigos y siguiendo un mismo ritual, sale al campo “y cava hasta el amanecer”. Es El “Huaquero de Semana Santa”.
BREVE HISTORIA DE LA HUAQUERIA

La destrucción de los sitios arqueológicos mediante la “huaqueria” dada desde los primeros años de la conquista y continua hasta nuestros días. Debió existir el saqueo durante las épocas pre-incaica e incaica, pues es característico este tipo de choques de culturas y el afán de dominio de unas sobre otras. Después de la invasión europea en 1532, la avidez por el oro condujo a la formación de empresas inverosímiles. Se formaron fuertes capitales, formándose sociedades para buscar los tesoros escondidos durante los primeros años de la conquista. Es notable, por ejemplo, la sociedad que se formo en el Cuzco “para desaguar la laguna de Urcos”, donde se dice fue arrojado la “Cadena de Huascar” y muchos tesoros del Cuzco imperial: las expediciones formadas para encontrar los tesoros procedentes de Pachacamac que no llegaron a Cajamarca porque ya el Inca había sido asesinado. Algunas cargas fueron encontradas por los españoles después de una ardua búsqueda. También se busco afanosamente el “Tesoro de Catalina Huanca” y el del “Peje Grande en Trujillo” habiendo hasta nuestros días quienes abrigan la esperanza de encontrarlos.
Durante los primeros años de la Republica era frecuente encontrar Viajeros y Exploradores conjuntamente con Buscadores de Tesoros, recorriendo ruinas, escavando en extensos cementerios y llevando a sus países rarezas en Nuevo Mundo. Muchos museos de Europa se nutrieron de material arqueológico mediante eta expediciones, algunas con etiqueta de “científica”.
El advenimiento de las primeras investigaciones serias en el campo de la arqueología que se inician con el Dr. Uhle y el Dr. Tello no logra detener las incursiones de los “huaqueros”. El descubrimiento de objetos hermosos como la cerámica de Moche y Nazca, los tejidos de Chancay y Paracas, así como objetos de gran antigüedad y calidad artística como los de Chavín, motiva el interés de los coleccionistas y se establece un mercado en el que le juego de la oferta y la demanda se puede comparar al de Londres, Roma, Paris o New York. En la actualidad, da lastima ver como ha quedado lo que antes eran templos, palacios y cementerios incaicos y pre-incaicos. Todo está siendo verdaderamente destruido. Les cae muy bien el titulo de ruinas, pero no por la acción del tiempo, sino por la acción del hombre.
Ahora, la, actividad es más refinada. Se ha tecnificado. Utiliza maquinarias y potentes detectores. Se financia con fuertes capitales y cuenta con la colaboración de personas influyentes. Pasaran algunos años y ya no quedara ni rastro de esos sitios arqueológicos.

La destrucción de los sitios arqueológicos mediante la “huaqueria” dada desde los primeros años de la conquista y continua hasta nuestros días. Debió existir el saqueo durante las épocas pre-incaica e incaica, pues es característico este tipo de choques de culturas y el afán de dominio de unas sobre otras. Después de la invasión europea en 1532, la avidez por el oro condujo a la formación de empresas inverosímiles. Se formaron fuertes capitales, formándose sociedades para buscar los tesoros escondidos durante los primeros años de la conquista. Es notable, por ejemplo, la sociedad que se formo en el Cuzco “para desaguar la laguna de Urcos”, donde se dice fue arrojado la “Cadena de Huascar” y muchos tesoros del Cuzco imperial: las expediciones formadas para encontrar los tesoros procedentes de Pachacamac que no llegaron a Cajamarca porque ya el Inca había sido asesinado. Algunas cargas fueron encontradas por los españoles después de una ardua búsqueda. También se busco afanosamente el “Tesoro de Catalina Huanca” y el del “Peje Grande en Trujillo” habiendo hasta nuestros días quienes abrigan la esperanza de encontrarlos.
Durante los primeros años de la Republica era frecuente encontrar Viajeros y Exploradores conjuntamente con Buscadores de Tesoros, recorriendo ruinas, escavando en extensos cementerios y llevando a sus países rarezas en Nuevo Mundo. Muchos museos de Europa se nutrieron de material arqueológico mediante eta expediciones, algunas con etiqueta de “científica”.
El advenimiento de las primeras investigaciones serias en el campo de la arqueología que se inician con el Dr. Uhle y el Dr. Tello no logra detener las incursiones de los “huaqueros”. El descubrimiento de objetos hermosos como la cerámica de Moche y Nazca, los tejidos de Chancay y Paracas, así como objetos de gran antigüedad y calidad artística como los de Chavín, motiva el interés de los coleccionistas y se establece un mercado en el que le juego de la oferta y la demanda se puede comparar al de Londres, Roma, Paris o New York. En la actualidad, da lastima ver como ha quedado lo que antes eran templos, palacios y cementerios incaicos y pre-incaicos. Todo está siendo verdaderamente destruido. Les cae muy bien el titulo de ruinas, pero no por la acción del tiempo, sino por la acción del hombre.
Ahora, la, actividad es más refinada. Se ha tecnificado. Utiliza maquinarias y potentes detectores. Se financia con fuertes capitales y cuenta con la colaboración de personas influyentes. Pasaran algunos años y ya no quedara ni rastro de esos sitios arqueológicos.
NUESTRO PERSONAJE
Nos hemos alejado un poco de nuestro tema central ya que era necesario ubicar la actividad que realiza dentro del marco histórico del país. Hay dos tipos de huaqueros durante la Semana Santa. Unos, son pobladores de la ciudad que durante esos días deciden descansar en el campo donde alguna amistad. Los otros son pobladores del campo que sin ser “huaqueros profesionales”, por esa vez en el año, deciden salir a huaquear. Ambos se encuentran en el terreno con la idea fija de encontrar algo en las huacas.
Nos interesa el
hombre del campo que sale en esos días, pues es con el que se inicio una actividad rodeada de un singular mundo mágico. En los valles cercanos a Lima ellos salen de sus casas a partir de de las 10 de la noche en grupos de nomas de 6 personas y trabajan hasta el amanecer. Los días de Semana Santa son generalmente “de luna llena” lo cual facilita la visibilidad durante la noche no siendo necesario utilizar linternas ni velas. Cada uno procurar llevar su baqueta, que es un fierro de construcción preparado, de 1.50 o más de longitud que sirve para “sondear la arena”. Se completa el equipo con palas y picos, cigarrillos corrientes, coca y agua ardiente. “ antes de salir todos los muchachos nos reunimos en la esquina pa´armar nuestra (hoja de coca) y cuando ya todos la sienten dulce, entonces es buena señal”.
- y tu cómo la sientes?
- Ya yo también la siento dulzona.
- Entonces, ahora antes de salir, vamos a rezar un padre nuestro y un avemaría. Si. Porque sino las cosas salen mal. Porque nada se puede hacer sin la voluntad del divino.
- Usted sabe señor que para todas las cosas hay que tener buen corazón y no ir con la ambición. si no, seguro que no encuentran nada.
Según las zonas, hay versiones diferentes del porque salen a huaquear en esos días. Unos sostienen que lo hacen porque “en Semana Santa los huaquitos suben” y se les encuentra con rapidez. Otros creen que durante esos días Dios está muy ocupado y descuida las huacas, de manera que se puede escavar sin el peligro de ser sorprendidos. Hay quienes que en esos días las almas suben al cielo para ir a misa y solamente quedan los cuerpos y los objetos en la tierra, de modo que es fácil encontrarlos. En otros días los espíritus ocultan las cosas y hay peligro de quedar “tullido”.
- Ya yo también la siento dulzona.
- Entonces, ahora antes de salir, vamos a rezar un padre nuestro y un avemaría. Si. Porque sino las cosas salen mal. Porque nada se puede hacer sin la voluntad del divino.
- Usted sabe señor que para todas las cosas hay que tener buen corazón y no ir con la ambición. si no, seguro que no encuentran nada.
Según las zonas, hay versiones diferentes del porque salen a huaquear en esos días. Unos sostienen que lo hacen porque “en Semana Santa los huaquitos suben” y se les encuentra con rapidez. Otros creen que durante esos días Dios está muy ocupado y descuida las huacas, de manera que se puede escavar sin el peligro de ser sorprendidos. Hay quienes que en esos días las almas suben al cielo para ir a misa y solamente quedan los cuerpos y los objetos en la tierra, de modo que es fácil encontrarlos. En otros días los espíritus ocultan las cosas y hay peligro de quedar “tullido”.
Finalmente hay quienes opinan que estos hallazgos son una compensación. Sus antepasados los dejaron allí “para que nosotros lo encontremos”. Así podrán compensar la pobreza que padecen, pues la venta de las huaquitos es un buen negocio.
CONSECUENCIAS
El sábado o domingo, cuando alguien se acerque a las huacas, encontrara la tierra removida, huesos diseminados por el campo, muros destrozados, fragmentos de cerámica y tejidos. Evidencia de que el control no es suficiente. Prueba irrefutable de que todavía nuestro pueblo no ha comprendido que esta destruyendo paginas de nuestra historia. Historia de nuestra cultura que aun no ha sido escrita. Cuando los especialistas tengan las facilidades necesarias para estudiar esos lugares, probablemente ya estarán muy destruidos y poco podrán revelarnos.
El huaquero de Semana Santa, un huaquero eventual pero no menos destructor que los profesionales pone su cuota una vez al año. Cuota de destrucción que acaba con importantes sitios arqueológicos y que se suma a la realizada por las urbanizaciones, ampliación de terrenos de cultivo, irrigaciones y cuadrillas permanentes de huaqueros.
¿QUE HACER?
La persecución policial que todos los años se realiza no es suficiente. Siempre hay maneras de
eludirla. Se necesita la colaboración de los propietarios de las haciendas para que la vigilancia sea más eficiente. Pero lo más importante es educar al público. Haces comprender al hombre de la ciudad y el campo la magnitud de la destrucción que realiza, su significado y consecuencia, así como el irreparable daño que le hace a la investigación científica. Todos los años este mismo fenómeno se repite y no son solamente gente del campo. Es frecuente saber que en estas incursiones participan personas educadas en la ciudad como estudiantes, universitarios, y profesionales que conocen “un lugar que todavía nadie ha tocado”.
eludirla. Se necesita la colaboración de los propietarios de las haciendas para que la vigilancia sea más eficiente. Pero lo más importante es educar al público. Haces comprender al hombre de la ciudad y el campo la magnitud de la destrucción que realiza, su significado y consecuencia, así como el irreparable daño que le hace a la investigación científica. Todos los años este mismo fenómeno se repite y no son solamente gente del campo. Es frecuente saber que en estas incursiones participan personas educadas en la ciudad como estudiantes, universitarios, y profesionales que conocen “un lugar que todavía nadie ha tocado”.
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