Dualismo: una necesidad ideológica. Por Alex Cacha

Cielo-Tierra

Dualismo, una necesidad ideológica 
Por Alex Cacha


Desde el inicio de la historia el pensamiento del hombre siempre ha estado vinculado al concepto de la oposición, es decir, hombre-mujer, noche-día, cielo – tierra, etc.; y es a partir de estos ejemplos simples que su pensamiento va a ir adoptando posturas más complejas, hasta cristalizar estas ideas en sus diferentes obras materiales, que son el resultado de su cosmovisión.

El dualismo en una primera etapa se podría concebir como el resultado del miedo del hombre frente a la naturaleza, por lo cual va a ir adoptando una necesidad de atribuir esos fenómenos a algo superior para él, logrando de esta manera la seguridad que este necesita, lo cual está representado en el culto del hombre hacia la naturaleza y como resultado de este mismo el primer lineamento de dualismo representado en lo sagrado, para designar a la naturaleza y todo lo que atente contra ella misma, como algo profano.[1]

Entonces a partir de esta primera etapa se va a consolidar como estructura principal del dualismo la ideología. Así podemos ver que desde la aparición de las primeras sociedades (hordas, tribus, etc. E. Service)[2], donde si bien el poder aun no se consolida como institución, estas van a presentar un rasgo bastante marcado por el apego a la idea del bien y el mal reflejado en su ideología, de la misma forma se va a dar en las a las sociedades más avanzadas, como son el ejemplo de Egipto, china o Persia entre otras, donde este pensamiento se consolida como una necesidad ideológica, que se va a ver reflejado en el hecho de insticonformación del estado.

En el caso de las sociedades andinas no va hacer la excepción, adoptando también una postura ideológica en torno a la existencia de dos mundos (axis mundi) pero con un con contexto totalmente diferente. 

Pues es entonces que llego a la conclusión del dualismo como un pensamiento vital para el hombre y por lo tanto necesario, la visión de dos mundos, el bien y el mal como lo interpreta Aristóteles, o con el caos primitivo y la inteligencia de Anaxágoras, son análisis filosóficos tal vez más complejos, pero que de algún modo siempre estuvo presente desde el inicio de la historia del hombre.




[1]  Mircea Eliade, Lo sagrado y lo Profano
[2]  Elman R. Service, Los orígenes del Estado y de la civilización

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